Los orígenes del Café

El café, esa bebida placentera, estimulante y aromática, difundida por todo el mundo, encuentra su origen en Etiopia, ciudad de Caffa.

Una leyenda atribuye su descubrimiento a un pastor etíope, quien observó el efecto vigorizante que hizo en sus cabras tras comer unos frutos rojos de un arbusto llamado Cafeto. Tras probarlos él mismo se sintió con más energía.

Seguramente desde la Antigüedad las tribus africanas utilizarían estos frutos molidos para alimentar a los animales, dar fuerza a los hombres y soportar largas jornadas religiosas o de caza.

La primera mención en Europa sobre el café aparaece en 1583 por un botánico y médico alemán, llamado Léonard Rauwolf, quien acababa de volver de un largo viaje por Oriente Medio.

 Gracias a los resabiados mercaderes venecianos, siempre con el oido atento al mercado de las especias, la nueva bebida llegó a Europa en el año 1615 generando muy diversas actitudes ante ella.