Dormitorio de ensueño
Dic 23
El sueño invita al sueño… Y proporciona el equilibrio emocional necesario para la correcta dinámica diaria. Quizás eso pensaría el ilustre y revolucionario Sigmund Freud (1856-1939), padre del psicoanálisis y autor de la conocida obra “La interpretación de los sueños”. Coetáneo del pintor impresionista Renoir (1841-1919). Célebre por sus lienzos de desnudos femeninos, inspirados en pinturas clásicas renacentistas y barrocas. Pues sí, seguramente, Freud hubiese alabado al individuo desinhibido que hubiese tenido la osadía de decorar su dormitorio con la imagen de un sensual cuerpo desnudo. Audacia revolucionaria y una, poco común, exquisitez. Pero, ya sabemos que, el mundo es de los atrevidos, originales e innovadores.
En esta delicada obra de arte (fotomural) resalta la desnuda placidez de quien disfruta de un sueño reparador y sosegado. La postura de la figura, que demuestra una espontánea e íntima indolencia natural, sobre unos cojines rojizos; nos invita a jugar con los elementos que componen la habitación: los tonos burdeos, en el suelo y en la cama, componen un armonioso contraste con las telas blancas que adornan el dosel del lecho y las cortinas de los ventanales.
El resultado es armonioso, cálido y, sobre todo, podemos presumir de un dormitorio de ensueño. Algo que el mismísimo Freud hubiese envidiado.